1. Técnicas de reconstrucción con implantes mamariosLa reconstrucción con implantes ofrece beneficios como la brevedad de la cirugía, la sencillez técnica y el hecho de que no produce nuevas cicatrices. El implante se realiza con revestimiento de silicona, relleno de gel o de solución de agua salada. La cirugía dura entre una hora y media aproximadamente, mientras que la recuperación entre 3 y 4 semanas en casa. Entre sus desventajas, podemos encontrar que, al ser elementos extraños al cuerpo humano, sufren desgaste, por lo que puede ser necesario un reemplazo en el futuro. Además, no tienen la misma caída, movimiento y evolución que la mama natural. Implantes directos Se aplica a mujeres de pecho poco voluminoso, que tengan suficiente piel y una estructura torácica adecuada para acoger un implante directo durante la reconstrucción, sin tener que recurrir a métodos de expansión o cirugías de reemplazo. Implantes de tipo expansor Son aquellos en los cuales se inserta una bolsa expansora bajo la piel y el músculo. En seguida, y gracias a un mecanismo especial, se inyecta periódicamente una solución salina que poco a poco llenará el expansor. El proceso dura 6 meses aproximadamente hasta que el espacio se consolida. Cuando la piel de la mama se haya extendido lo suficiente, se retira el expansor y se coloca un implante anatómico. Usualmente, los cirujanos llevan a cabo la reconstrucción de la areola y el pezón dos meses después de esta intervención, ya que en dicho momento, la inflamación de los moretones habrá desaparecido y la mama se habrá asentado en la posición correcta. Implantes tipo Becker Solamente se utiliza en un número limitado de pacientes y en contextos limitados de recursos económicos. Estas prótesis permiten un cierto grado de expansión de los tejidos del tórax, pero una vez que han logrado el volumen necesario para restaurar la forma de la mama, no se cambian ni se sustituyen y quedan de forma definitiva en la paciente. 2.Técnicas de reconstrucción con tejidos propiosSe utiliza el propio tejido graso y muscular de la paciente, en su mayoría, del área abdominal, aunque también puede tomarse de la espalda, glúteos o muslos para ser trasplantado al pecho (técnicas denominadas autólogas o colgajos). Después se toma piel del seno para reconstruir el pezón y por último y si así se desea, se tatúa la areola. Es un procedimiento más largo: de entre 4 y 8 horas, dependiendo del cirujano y el tipo de intervención. Las ventajas de esta técnica radican en la suavidad del implante, el resultado estético y se adquiere además, una sensación más natural. Asimismo, la mama envejecerá como un seno normal. Sin embargo, el proceso es más complejo, deja más cicatriz y el periodo de recuperación es más largo, comparado con el de los implantes. |
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Reconstrucciones mamarias ante una mastectomía
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