Riesgos de la cirugía y cuidados posteriores

Como cualquier otra cirugía, una reconstrucción de este tipo conlleva ciertos riesgos que toda mujer debe conocer antes de someterse a esta intervención:

• Hematomas.
• Coágulos.
• Sangrado.
• Cicatrices patológicas.
• Problemas respiratorios.
• Problemas anestésicos.
• Ataques cardiacos.
• Para las mujeres que fuman, el tabaco puede ocasionar problemas de cicatrización y alarga el periodo de recuperación.
• Infección del implante, si se ha recurrido a éstos.
• Pérdida de la sensibilidad alrededor del pezón y la areola.
• Asimetría de las mamas.
• Heridas crónicas en la pared torácica.

¿Y después de la cirugía, qué sigue?

El periodo de recuperación es de gran importancia, es necesario evitar movimientos bruscos con los brazos, como levantar objetos pesados o conducir.

El propio cuerpo avisa a la paciente los movimientos que sí puede realizar, recuperando la rutina poco a poco, mientras que la tensión de las mamas irá disminuyendo paulatinamente.

En cuanto a los cuidados, es primordial el tamaño y tipo de brassier y el uso de cremas hidratantes y reafirmantes para mantener el seno erguido durante más tiempo.

Resultados y probabilidad de éxito

El resultado obtenido es definitivo y permite llevar una vida absolutamente normal.

Para la mayoría de las pacientes con mastectomia, la reconstrucción de la mama supone una mejoría de imagen absoluta y se recupera el equilibrio psicológico.

El éxito de la intervención quirúrgica es directamente proporcional a la destreza del cirujano y la tasa se mantiene generalmente entre el 98 y 99%.