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 Las amistades entre las mujeres son especiales. Las amistades moldean nuestra forma de ser presente y futura. Dan calma a nuestro tumultuoso mundo interior, llenan los huecos emocionales en nuestros matrimonios, y nos ayudan a recordar quienes somos en realidad. Pero pueden ayudar todavía más. Los científicos ahora sospechan que el salir con nuestras amistades pueden actualmente contrarrestar el stress y la revoltura de estómago que este nos ocasiona diariamente. Un estudio de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) sugiere que las mujeres responden al estrés con una catarata de químicos en el cerebro que causan que hagamos y mantengamos amistad con otras mujeres. Es un descubrimiento impresionante que le ha dado vuelta a cinco décadas de investigaciones sobre el estrés (la mayoría sobre sus efectos en los hombres). "Hasta que se publicó esta investigación, los cientificos generalmente creían que cuando la gente experimenta estrés, se disparaba una cascada de hormonas que revolucionaban el cuerpo ya sea para levantarse y pelear, o para huir lo más rapido posible", explica la doctora Laura Cousino Klein, profesora asistente en salud y biocomportamiento en la Universidad del Estado de Pensilvania, y una de los autores del estudio. Es un antiguo mecanismo de supervivencia que fue hecho a un lado en los tiempos en que fuimos perseguidos por el planeta por los tigres dientes de sable. Ahora los investigadores sospechan que las mujeres tienen un repertorio más amplio que el solo "pelear o huir". De hecho, dice la Doctora Klein, al parecer cuando la hormona oxytocina es liberada como respuesta al estrés en una mujer, trata de evitar el "lucha o huye" y en lugar de ello, la alienta a atender a los niños y a reunirse con otras mujeres. Cuando ella se involucra realmente en la atención de los niños, o en sus amistades, los estudios sugieren que se libera más oxytocina, que contrarresta el estrés y produce un efecto de calma. Esta respuesta a la calma no ocurre en los hombres, dice la Doctora Klein porque al parecer la testosterona (que los hombres producen en gran cantidad cuando ellos están bajo estrés) reduce los efectos de la oxytocina. Los estrógenos, agregra, parace que la fortalecen. El descubrimiento de que las mujeres responden de forma diferente al estrés que los hombres, fue realizo en el clasico momento de "aha!" compartido por por dos cientificas que estaban platicando un día en un laboratorio de la UCLA. "Era chistoso que cuando las mujeres que trabajaban en el laboratorio se estresaban, venían, limpiaban el laboratorio, se servían café y convivían.", dice la Dra Klein. "Cuando los hombres se estresaban, desaparecían en un agujero de su pueblo". Le comenté un día a la investigadora Shelley Taylor que cerca del 90% de los estudios sobre el estrés eran en los hombres. Le enseñe los datos de mi laboratorio y las dos supimos en ese instante que ibamos a lograr algo". Las mujeres borraron sus agendas y comenzaron a reunirse con científico tras científico de varias especialidades de investigación, Muy pronto, las doctoras Klein y Taylor descubrieron que al no incluir a mujeres en las investigaciones sobre el estrés, los científicos habían cometido un enorme error: El hecho de que las mujeres responden diferente al estrés que los hombre tiene implicaciones significativas para nuestra salud. Tomará tiempo para que nuevos estudios revelen todas las formas en que la oxytocina nos alienta a cuidar de los niños o a reunirnos con nuestras amigas, pero la noción de "cuida y se amiga" desarrollada por las Dras Klein y Taylor puede explicar el porque las mujeres, de forma consistente, viven más tiempo que los hombres. Estudio tras estudio han encontrado que los lazos sociales reducen nuestro riesgo de enfermarnos al disminuir la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca y el colesterol. "No hay duda", dice la Dra Klein, "que las amistades nos están ayudando a vivir más tiempo." Las amistades también ayudan a vivir mejor. Un estudio reveló que mientras más amigas tengan las mujeres, es menos probable de que sufran problemas físicos conforme envejecen, y es muy probable de que disfruten de la vida. De hecho, los resultados son tan significativos, que los investigadores cocluyeron que el no tener amigos cercanos o confidentes daña la salud tanto como el fumar o tener sobrepeso!. Y eso no es todo: Cuando los investigadores observaron el porque las mujeres funcionan tan bien después de la muerte del esposo, encontraron que aun enfrentando el más grande estrés posible, aquellas mujeres que tienen una amiga cercana tienen más probabilidad de sobrevivir a la experiencia sin sufrir daño físico o perder la vitalidad. Aquellas sin amigos no son siempre tan afortunadas. Sin embargo, si los amigos ayudan a contrarrestar a un estrés que en estos días parece tragarse gran parte de nuestra vida, si nos mantienen saludables y hasta añaden años a nuestra vida, ¿por qué es tan difícil encontrar tiempo para estar con ellos? Esa es una pregunta que también se hizo la investigadora Ruthellen Josselson, coautora de "Mejores Amigoas: los placeres y peligros de las Amistades de mujeres y niñas" (Three Rivers Press, 1998). "Cada vez nos sobrecargamos de obligaciones con el trabajo y la familia, y lo primero que hacemos es dejar nuestra amistad con otras mujeres", explica la Dra. Josselson. "Las mandamos a un segundo plano. Esto es realmente un error, porque las mujeres son una fuente de fortaleza, se nutren una a otra. Y hay que liberar un espacio sin presiones en el que podemos tener una de esas platicas especiales que hay cuando las mujeres nos reunimos. Es una experiencia que cura." Autor: Ed Edelson |