Uno de los problemas de nuestros días es el apego y lo difícil que puede ser romper los lazos de una relación que ya no funciona y tenemos esa conciencia de que debemos salir de ella porque nos hace mal. ¿Qué es una relación tóxica?Se trata de relaciones que producen mucho daño emocional. Son aquellas que nos impiden pensar con claridad, que nos dominan, que nos producen temores e incertidumbres. Por su lado, la pareja tóxica suele manipular, insultar (de manera directa o encubierta), menospreciar, acosar, abusar y mentir. Una persona que está viviendo una relación tóxica, suele tener las siguientes experiencias:
¿Cómo saber si estás en una relación tóxica?Es posible que estés en una relación tóxica y no lo sepas, ya que la dinámica entre la pareja puede volverse tan cotidiana que se hace normal. Es importante que sepas que existen al menos tres dimensiones donde se manifiesta una relación tóxica, estas son:
En cuanto a las actitudes de control y celosía, estos son los signos que debes tener en cuenta:
En relación a las actitudes de falta de respeto que llevan a conflictos intensos, se pueden observar en situaciones como estas:
A nivel sexual puedes identificar que estás en una relación tóxica si mantienes las relaciones con él o ella a pesar de no tener deseos, solo para evitar que se enfade. ¿Por qué es tan difícil dejar una relación tóxica?Esta situación le pasa a muchísima gente y tiene que ver con cuestiones más personales que del otro. Según los psicólogos, hay distintos motivos por los cuales quedamos trapados en relaciones que nos hacen mal. Algunas de ellas son: Se convierten en un hábito Nos convencemos de que amamos a la persona con la que estamos pero es bueno revisar ¿Por qué nos quedamos allí si nos hace sufrir?. Muchas veces es simplemente porque estamos acostumbrados. Así como nos acostumbramos a tareas que nos desagradan en el trabajo, hacemos lo mismo con nuestra pareja. Lo importante es preguntarse: ¿Me gusta cómo me trata? ¿Soy feliz? ¿Qué suma a mi vida? Es clave no normalizar malos modos o tratos y ver por qué llegamos hasta allí. Somos "optimistas": esperamos que cambie Nos gusta pensar que las cosas van a cambiar y todo va a mejorar. Nuestra pareja está pasando por un mal momento y las cosas van a estar bien en el futuro. A veces somos demasiado pacientes y no queremos rendirnos pero tenemos que darnos cuenta que algunas relaciones simplemente no son para nosotros. Nos autoengañamos Por lo general, nos cuesta ver los defectos en los demás y somos muy duros con nosotros mismos. Entonces, cuando nuestra relación se convierte en tóxica pensamos que es nuestra culpa y creemos que nosotros cavamos el hoyo en el que estamos enterrados. No es así, a veces son las relaciones las que nos llevan a actuar de formas que no nos gustan y por eso tenemos que dejarlas. No era así antes Cuando empezaron a salir todo eran azúcar, flores y muchos colores. Ahora, todo es oscuro, tu pareja no es lo que era, te trata mal, te menosprecia y ya no te gusta como es. Te dice que es una etapa, que va a cambiar pero todo sigue igual. Quizá esta etapa es lo que realmente es y lo que te mostró al principio era un muy buen personaje. Mirá el presente. Porque no quieres estar solo/a Te da pánico estar solo/a. A veces queremos compañía y pagamos cualquier precio por ella, aunque nos compliquemos la vida. Pero, como bien reza el refrán, más vale solo que mal acompañado. No necesitamos lastimarnos así. Cuando lo quieres dejar se vuelve fantástico/a Las personas tóxicas suelen ser muy manipuladoras. Muchas veces notan que estás por dejar la relación y se convierten en la persona más encantadora del mundo, te prestan atención y te cuidan. Sientes que se trata de la mejor relación del mundo porque cuando las cosas están bien parece un cuento de hadas. Es cuestión de ser fuerte y tomar la decisión a pesar de sus intentos de mantenerte cerca. Crees que no merecemos a alguien mejor Te dice que nunca vas a encontrar a nadie que te quiera como te quiere él/ella y tú te lo crees. Sientes que no vales para nadie salvo para esta persona que se aprovecha de tu baja autoestima y te hunde en su espiral tóxica. Tienes que saber que no existe tal cosa y siempre vas a poder encontrar otra persona para entablar una relación con respeto y comprensión. No todo es tan malo Claro que no todo es horrible, sino no estarías con esa persona. A veces se trata del sexo, otras de amigos en común y algunas veces un interés común muy fuerte los mantiene juntos. Pero, ¿Toda esa toxicidad vale esos momentos de luz? No creemos en nosotros mismos y no nos valoramos Cuando no sabemos cuál es nuestro verdadero valor, porque nadie nos lo ha demostrado antes, sin saberlo, dejamos que otras personas nos traten mal. ¿Por qué? Porque en el fondo, creemos que es algo normal. Creemos que lo merecemos. Ya que esta forma de pensar hace mucho tiempo llegó a nuestra mente subconsciente, que ahora dirige nuestras elecciones y comportamientos. Nos acostumbramos a que nos traten mal, a que nos hablen de manera ofensiva y degradante, a ser criticados constantemente. No creemos que valgamos el tiempo y la atención de alguien más amable y verdaderamente amoroso. Nos dejamos llevar por nuestros miedos Existe el temor de admitir estar en una relación tóxica y ser juzgado por familiares y amigos que generalmente no saben qué es lo que sucede realmente. Otro es el miedo a que se rían de ti, porque "él/ella te quiere mucho". El miedo a perderlo todo le ocurre principalmente a personas que han invertido mucho tiempo, dinero y compromiso en su relación. Muchas veces sentimos el temor de no saber a dónde ir, qué hacer con nuestras propias vidas, cómo lidiar con muchos desafíos que aparecerán en el camino… Estamos culturalmente presionados A veces hay razones religiosas que requieren que sacrifiquemos nuestro propio bienestar en nombre de la familia, de nuestras costumbres culturales, o de nuestra fe. Innumerables personas se traicionan a sí mismas, a sus corazones y almas solo porque no quieren decepcionar o avergonzar a sus familias. La "felicidad" de otras personas parece ser mucho más importante que la suya. La comodidad y la seguridad financiera son más importantes para nosotros El estilo de vida al que estamos acostumbrados a veces nos resulta más importante que nuestra propia paz interior. Algunas veces, las personas deciden permanecer en una relación tóxica porque suponen que dejar a su pareja podría generar todo tipo de inconvenientes: problemas financieros, conflictos con los hijos o conflictos con la familia. Temen esta incomodidad que puede darse en todas las áreas de su vida, por lo que deciden permanecer en una relación que lentamente mata en ellos las últimas chispas de felicidad y paz interior, convirtiéndolas en bolas de nervios y miedos. Desafortunadamente, están muy acostumbrados a cierto estilo de vida e incluso si están encerrados e infelices en su relación actual, permanecen por seguridad y conveniencia. Nos falta valor Se necesita mucho valor para dejar a la persona que amamos. Sabemos que será doloroso.El dolor que sentiremos por irnos puede parecer sorprendentemente mayor que el dolor que sentimos por quedarnos. Cómo superar una relación toxica1. Evitar el autoengaño Evitar el autoengaño es el principio para salir de una relación tóxica. Para hacer esto se recomienda abrirse a aceptar las opiniones de amigos o familiares sobre la relación, incluso cuando puedan estar equivocadas, tenerlas en cuenta puede ayudar a evitar el autoengaño. Además, se recomienda preguntarse a sí mismo sobre cómo son los sentimientos después de estar con la persona, si genera sensaciones de debilidad o bienestar. De igual forma, es bueno preguntarse sobre los sentimientos cuando no está, si se extraña genuinamente o se siente que es un deber el buscarla. Si se descubre que la persona genera muchos sentimientos relacionados con la infelicidad, es una señal clara de que se forma parte de una relación tóxica. 2. Identificar las conductas tóxicas de ambas partes Para poder hacer una identificación adecuada es necesario ver las cosas desde otra perspectiva diferente a la usual. Asimismo, se deben evitar justificaciones como por ejemplo "en el fondo es buena persona" o "me cela porque me ama", entre otras justificaciones que hacen ver a las conductas tóxicas como conductas positivas. 3. Perder el miedo al abandono La incapacidad para aceptar esto suele ser la principal razón por la que las personas pasan demasiado tiempo inmersas en una relación tóxica. A raíz de esto, las personas tienden a tolerar cosas que en otras circunstancias no toleraría. Por ejemplo, si un hombre fue abandonado por su padre de niño, podría desarrollar un miedo al abandono, lo cual lo empujaría a tolerar de adulto el daño de su pareja para no ser abandonado. 4. Encontrar soluciones a lo tóxico de la relación Generalmente, los retos que tienen que enfrentar las personas en las relaciones son problemas personales que se arrastran desde el pasado, cuando estos retos no se superan, la toxicidad empieza a florecer en la relación. Siempre es necesario superar estos problemas, incluso cuando no se tienen planes de continuar con la relación. La razón de esto radica en que cuando una persona no soluciona estos problemas es proclive a continuar arrastrándolos a cada nueva relación, por lo que incluso cuando termina una relación tóxica podría acabar inmersa en otra. 5. Comprender que el funcionamiento de una relación no depende de sólo una persona Es común que en una relación tóxica uno de los miembros busque victimizarse y haga al otro responsable de todos los inconvenientes de la relación. No se debe creer que solucionar los errores en una relación depende de una sola persona, sino que la responsabilidad afectiva siempre forma parte de todas las partes. No hay que ignorar que la relación tóxica se da porque una parte está dispuesta a abusar verbal o físicamente, y la otra parte está dispuesta a soportarlo. Por lo tanto, ambas partes necesitan ayuda, la mejor solución es tomar una terapia de pareja. En esta, ambos podrán conversar con un especialista que los orientará y ayudará para superar esta etapa. Si la relación no tiene salvación porque existen conductas agresivas o una de las partes no está dispuesta a cambiar o no ve el problema, lo mejor es romper esa relación. Merecemos estar en una relación que nos sume, donde nos sintamos amados y respetados. Posibles consecuencias al dejar una relación toxicaLas consecuencias de dejar una relación tóxica pueden percibirse: problemas de autoestima y daño a la salud mental a largo plazo. En ocasiones estos problemas pueden continuar percibiéndose incluso después de haber terminado la relación. Los traumas secundarios que genera el dejar atrás una relación tóxica son también autodaños físicos, trastornos alimenticios, depresión y ansiedad. Además, también es posible que den pie a nuevas relaciones tóxicas en el futuro. En otros casos las personas comienzan a aislarse a sí mismas y pueden sentir que no son capaces de continuar, pues arrastran una fuerte desesperanza. En este caso, un psicólogo puede ayudarte a entender por qué es necesario deshacerse de esa relación y darte las herramientas y fortaleza para que lo hagas. Todos merecemos ser felices, tener una relación sana donde reine el amor, la paz y el respeto. Es cierto que eventualmente habrá desacuerdos, pero lo ideal es buscar solucionarlo y no llegar al extremo de una relación tóxica. Fuentes: |