Sentados en un sillón matando las horas durmiendo, comiendo y viendo televisión o leyendo puede ser el retiro ideal para algunos, para otros quizás signifique la oportunidad que han estado esperando por años para hacer aquello que quedo inconcluso o habían postergado por tiempo indefinido. Independientemente de como viva cada quien su jubilación, para que realmente se disfrute por largo tiempo es necesario prepararse a su llegada. Con el retiro se producen una serie de cambios en la vida de la persona que se deben ir asimilando poco a poco, la rutina se transforma radicalmente por lo que se altera el estado físico, mental y fisiológico que repercute sobre la salud y el carácter. De hecho los jubilados pasan por varias etapas donde experimentan sentimientos de tristeza, enojo y la ansiedad que pueden sumirlos en una profunda depresión y acentuar sus malestares. Esto se debe a varias razones pues la persona se siente improductiva y desvalorizada, ya que lo que ha realizado durante años le ha dado un valor que siente perder al dejar de laborar. Se aisla de sus amistades y compañeros de trabajo, ya no hay hijos que cuidar en casa y la pareja ya tiene una rutina propia. Las horas transcurren tan lento que parecieran eternas, la desesperación comienza a acecharlos. Lograr salir adelante de todo ese proceso de reajuste y dar paso a un retiro positivo y exitoso requiere de planear cuidadosamente, y de un estado mental donde se reconoce a esa etapa como el comienzo de una nueva vida en muchos sentidos, como por ejemplo para hacer aquello que siempre se ha soñado e incluso animarse a emprender algo nuevo, tiempo para estar más cerca de la familia, la pareja y gozar de su compañía, más tiempo con los amigos, etc. |
La vida después de la jubilación | ¿Comó me preparo para la jubilación?