El uso correcto del condón de látex con o sin espermicida y uno nuevo con cada acto sexual,es un método sumamente eficaz para prevenir la transmisión del
virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), el virus que cusa el SIDA. Reduce también el riesgo de contraer otras enfermedades venéreas, incluyendo la
gonorrea, la sífilis, el herpes genital y la chlamydia. El condón deberá lubricarse con base de agua, ya que lubricarlo con aceite (como la jalea de petróleo) podría debilitar el látex.
Los condones de membrana natural no son tan seguros como los de látex, ya que tienen poros que son lo suficientemente pequeños para prevenir el paso del
esperma, pero lo bastante grandes como para permitir el paso de los virus.
Por su parte los espermicidas empleados en la vagina pueden ofrecer alguna protección contra la gonorrea y la chlamydia cervical.
Estudios de laboratorio indican que el condón femenino es una barrera mecánica eficaz contra el VIH y otros virus. Sin embargo, indican que tiene una tasa mayor
de fracaso para la prevención de embarazos.
Aunque un condón se use y funcione adecuadamente, no siempre proporciona protección completa a los miembros de la pareja; por ejemplo, un hombre con una
lesión herpética en un testículo podría infectar a una mujer durante el sexo ya que el condón no cubre los testículos.
Otra forma de disminuir el riesgo de infección o transmisión de enfermedades venéras, es educando a los adolescentes acerca de los riesgos de la actividad sexual
sin protección. También deberán ser advertidos sobre los peligros de manejar las agujas hipodérmicas y las jeringas, las cuales pueden estar contaminadas con
ciertas enfermedades venéreas.
Por otro lado las mujeres que sufren de infecciones vaginales, deben recibir tratamiento y curarse antes de usar el dispositivo intrauterino (DIU).
No se debe concebir un bebé mientras se tenga la sospecha de una ETS, tampoco debe donar sangre.
En cuanto una persona se le diagnostique una enfermedad venérea, ésta deberá avisarle a su compañero sexual e insistir que la persona o las personas busquen
atención médica profesional.
Recuerde que No se obtiene protección contra las enfermedades de transmisión sexual utilizando los anticonceptivos hormonales (la píldora, el Norplant), los
dispositivos intrauterinos (DIU), la esterilización, ni los métodos de planificación familiar natural.
Una vez que una persona se haya curado de una enfermedad venérea, no se hace inmune a esa enfermedad venérea, es posible que vuelva a infectarse.