Pareciera que una de las cláusulas que "firmamos" cuando iniciamos una relación de pareja y nos vamos a vivir juntos es que "debemos" dormir en la
misma habitación. ¿Por qué tiene que ser así?, ¿qué ocurre si se duerme en habitaciones separadas?¿Por qué deberían dormir en la misma cama, en la misma habitación?Simplemente por costumbre, sin embargo, es también la razón por la que tantas personas duermen mal y no pueden descansar por la noche. Los ronquidos, la pelea por las sábanas o los empujones son tan sólo tres elementos de la interminable lista de enfrentamientos que pueden conducir al desvelo de las parejas. Para mucha gente está claro que dormir en habitaciones separadas puede ayudarles a tener un "sueño más reparador", aún así no se animan a tomar la decisión. El mito de dormir en habitaciones separadasDamos por hecho que dormir en habitaciones separadas significa que algo no va bien en la relación, que tiene algún problema o que, tal vez, ya no deseemos tanto a la pareja. De algún modo, aunque lo quieras, no lo ves como algo correcto. Cuando una pareja vive junta durante muchos años empieza a preguntarse qué es lo que ha cambiado entre ellos para que la pasión haya disminuido y se hayan sumergido en una terrible rutina. La respuesta está en cómo han estado actuando. Si siempre están juntos, tarde o temprano se van a "acostumbrar" a la compañía del otro; no es raro entonces que el deseo sexual se vea disminuido. De repente, ya no tienen intimidad y ni siquiera cierran la puerta cuando van al baño. Si bien para algunos esto es confianza, para otros es una carrera cuesta abajo de la pasión y el deseo. Y si a esto le sumamos el decidir dormir en habitaciones separadas, entramos en pánico y casi nos estamos viendo firmando el acta de divorcio. Convencionalismos e inseguridades cuentanMás allá de la tendencia y de sus beneficios para el descanso, existen casos en los que separar el lecho podría traer más inconvenientes que ventajas. "Las parejas tradicionales no pueden pensar en esta situación porque para ellos dormir juntos forma parte de un ideal. Por lo tanto, podría ser una solución cuando ambos miembros puedan trascender de esos parámetros", analiza el psicólogo Sergio García Soriano. Pero, además de los convencionalismos, existen ciertos rasgos en el carácter que podrían verse afectados por esta separación de camas, como las personas emocionalmente inestables. "Es mejor que no lo practiquen aquellos individuos que, debido a sus creencias o inseguridades, lo sientan como una muestra de que la otra persona no las ama suficiente, no desea abrazarlas o estar con ellas", recomienda la psicóloga Silvia Congost. Sin embargo, esta práctica puede resultar conveniente ante ciertos acontecimientos de la vida, como un embarazo o la llegada de un bebé al hogar. "Las embarazadas a veces se mueven mucho, están incómodas, suelen levantarse muchas veces, por lo que cuanto menos afecte esto a la otra persona, más podrá esta descansar sin interrupciones. Lo mismo ocurre con la llegada de un bebé, aunque en este caso, la responsabilidad del pequeño debería turnarse entre los dos", apunta la psicóloga. ¿Qué hay de negativo en dormir separados?Al contrario, esto, de hecho, los podría beneficiar si uno tiene el hábito de leer o quiere trabajar hasta tarde. No tendría que velar por no despertar a su pareja y tendría plena libertad para acostarse a la hora que desease y mantener la luz encendida sin preocuparse. Los malos hábitos de sueño pueden aumentar la producción de la hormona del estrés, el cortisol, causando problemas que afectan a la pareja. Sentirse descansado, sostienen los expertos, podría ayudar a manejar la vida con más enfoque y control, lo que a su vez puede hacer que las personas se sientan más contentas y más felices en su relación. Que ambos miembros consigan noches de sueño reparadoras, les permite sentirse emocional, mental y físicamente más saludables. Dormir separados puede ser un incentivo sexualNo existe mejor bálsamo para despertar el deseo que encontrar impedimentos ante un cierto asunto. Esto es aplicable, por supuesto, al sexo. Perder a la pareja del lado de la cama podría ser un incentivo para mantener relaciones. "La sexualidad queda mermada por la rutina; dos camas y dos habitaciones pueden surgir efecto para mejorar las relaciones sexuales, ya que desciende lo rutinario y se echa de menos a la pareja", comenta García Soriano. A quien este hecho no le suponga un impedimento sexual, tampoco debería afectarle de forma negativa. "Muchas parejas que duermen en camas separadas tienen relaciones sexuales con normalidad y, cuando han acabado, cada uno se va a su cama y descansan mejor", dice Congost. Aunque la psicóloga advierte que para que este "divorcio de cama" funcione, lo importante es que se viva con total normalidad y aceptación, que ninguno de los dos lo sienta como un desprecio por parte de la otra persona". ¿Cómo proponerlo?Plantear este tipo de cambio en la vida de pareja ha de abordarse con habilidad. Sobre todo es importante no herir los sentimientos de la otra persona en la propuesta. "Ambos tienen que estar de acuerdo, pensar que ganan más durmiendo separados, y no sentirlo como un abandono. Se trata de pasar del amor romántico al práctico como proceso natural de evolución", indica el experto. Soriano, invita a comentarlo con naturalidad. "Siempre (debemos plantearlo) como una sugerencia: "Oye, ¿no crees que podríamos probar a dormir separados para descansar mejor...?" Si se expresa como necesidad corporal y para mantener cierta parte de intimidad personal, será más fácil llevarlo a la práctica. Pero hay que estudiar qué códigos tiene la otra persona para poder plantearlo así", concluye. Por su parte, Congost apunta elegir un buen momento para lanzar la sugerencia. Las mejores circunstancias serían en un entorno tranquilo en el que ambos miembros se sientan cómodos. "Hay que hablarlo con tacto y sinceridad, exponiendo los motivos de uno mismo, sin atacar nunca al otro. Además, estar abiertos a escuchar qué tiene que decir la otra persona, teniendo en cuenta su opinión y sus sentimientos". Tema relacionado: Trastornos del sueño por dormir juntos. Fuentes: |