Leonor, mi
madre huérfana de cariños por siempre hasta que encontro a un gran hombre, mi padre; huérfana de cariños por que fue ignorada por su padre (un hombre
influyente de su comunidad) y luego arrebatada a su madre, una muy humilde mujer que no pudo conservarla a su lado y de la cual nunca se supo el rumbo que
había tomado su vida. DIOS la premió a mi madre con la compañía de un hombre que la quiso bastante, hasta el final de sus dias y juntaron su orfandad y miseria para construir un gran hogar y lucharon juntos por sus hijos; pasaron mucha penuria económica pero nunca desmayaron y ella siempre estaba ahí apoyando a su esposo, luchando junto a él, recordando a cada uno de sus hijos lo valioso que era nuestro padre. Cuando enfermo de cáncer , dolía verla no querer darnos dolor, abogar por los que en muchas oportunidades habíamos sido ingratos con ella, y hoy que su pressencia física ya no nos acompaña queda toda la grán labor de esta gran mujer Leonor; quedamos cinco hijos vivos, quince nietos que siempre estarán en deuda con ella por todo el amor que incondicionalmente recibimos. Por Vilma Nora. |