El tratamiento de este síndrome es la administración de testosterona, aproximadamente por un lapso de 3 meses. Si luego de ese período de tiempo los síntomas no mejoran, se debe suspender el tratamiento hormonal y buscar otras causas, pero si hay cambios positivos, se debe mantener por un lapso prolongado. Una de las formas más recomendadas para este tratamiento es en forma de gel que contiene la hormona. Es la presentación más adecuada porque, si bien hay que colocarlo cada día, ayuda a mantener los niveles fisiológicos de la testosterona: más altos por la mañana en comparación con la tarde, imitando el funcionamiento del organismo masculino. Claro está, que dicho gel únicamente puede ser recetado por un especialista (sexólogo, urólogo, andrólogo o endocrinólogo) y después de haber realizado ciertos exámenes que comprueben un desequilibrio hormonal en el paciente. Con una terapia de testosterona, el principal cambio que los hombres refieren es un sentimiento de mejoría general, ganas de salir, de trabajar, un aumento en la energía y una actitud optimista. Otra opción complementaria es incluir sesiones de psicoterapia, consumir alimentos ricos en fibra y proteína, ya que fungen como antidepresivos naturales; dormir bastante asegurándose de haber descansando lo suficiente, hacer ejercicio regularmente y técnicas anti estrés como la relajación y la meditación. |
Causas y síntomas del SIM |
Síndrome de Irritabilidad Masculina (SIM)
La pareja