- Ejercicio: el ejercicio constante mejora la calidad de vida y actúa como terapia preventiva ante problemas de articulaciones, huesos, músculos, tendones o
sistema cardiovascular (corazón, arterias y venas).
El ejercicio además de mantenernos en forma nos provoca estar de buen humor, sólo hay que adaptar las actividades deportivas a las necesidades y
circunstancias de la edad. Entre los deportes más gustados para los jubilados se encuentran la natación, ya que tiene mínimo impacto en las articulaciones y pone en movimiento
prácticamente a todos los músculos; así también caminar, andar en bicicleta o trotar a baja velocidad es muy provechoso debido a que ayudan a tener adecuada
oxigenación, equilibrio y resistencia al esfuerzo; por su parte el yoga y tai-chi brindan elasticidad, relajación y tranquilidad a través de movimientos suaves y
coordinados. - Llevar una dieta equilibrada y beber abundantes
líquidos, son hábitos que también nos garantizan una buena salud.
- Dormir bien para recuperar totalmente la energía. No se trata de dormir muchas horas, sino de hacerlo profunda y sanamente. Importa más la calidad que la
cantidad. Y la mejor forma de lograrlo es establecer horarios constantes, una habitación bien ventilada y una cama confortable.
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