Los piropos halagan las diferentes partes del cuerpo. En el ritual amoroso dígamos que es el comienzo hacia el proceso de conquista y
enamoramiento. La palabra piropo es de origen griego "Pyropus"que significa "Rojo fuego". Los romanos la usaban para clasificar a las piedras finas llamadas granates y que eran
de un color rojo rubí. A principios del siglo XVII, los piropos se usaban con frecuencia en tratados y poesías como brillantes alabanzas hacia una mujer bonita, en sentido literario eran como chispazos de ingenio, palabras llenas de pasión. Los piropos son una forma de expresión oral improvisada y ocasional que se utilizan para coquetear, seducir y enamorar. Son una serie de frases populares cargadas de una pizca de picardía y abundantes dosis de ingenio, cuyo efecto dejan ver una sonrisa y hasta unas mejillas ruborizadas. Esta forma de expresión comenzó hace casi ocho siglos. En aquél tiempo a los honorables miembros de la Corte Real no se les permitía expresar públicamente sus sentimientos ya que decían era una actitud vulgar, así que el Rey propuso enamorar con palabras seductoras, filiales, sin caer en faltas de respeto; palabras con que podrían declarar su amor eterno. Ante tal propuesta los cortesanos dieron rienda suelta a la imaginación convirtiéndose en unos fabulosos encantadores de mujeres, respetando claro las restricciones propias de la época para poder enamorar y consumar ese amor. Desde entonces se dice que así como el hombre se enamora por los ojos y la mujer se enamora por los oídos. Popularmente hablando los ejes semánticos del piropo giran entre la negación y la afirmación, entre suposiciones contrarias o complementarias. Sin más preámbulo, conquistemos con estos piropos:
Aunque en un principio los piropos iban dirigidos hacia las damas, hoy ellas no se quedan atrás; de sus bocas también salen algunas frases que pueden sonrojar hasta el más atrevido. Encuentra aquí algunos piropos para los hombres. |