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 Un niño sobreprotegido, al que comparaban o castigaban frecuentemente puede convertirse de adulto en una persona muy celosa porque estas actitudes lo hacían sentir que no valía o valía menos que los demás, débil, incapaz o un niño malo. Al crecer la persona desarrolla inconcientemente un impulso de castigar, reprimir o rechazar todo aquello que según su criterio es malo. Su baja autoestima generada en la niñez, puede disminuir o aumentar según las experiencias vividas. Cuando la baja autoestima crece durante su vida hay más inseguridad, la persona tiene una gran necesidad de estimación y demanda continua de aprobación. En su relación siempre están pensando que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien más atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad. Por otro lado las personas que frecuentemente son apasionadas, ansiosas, un poco sadomasoquistas y neuróticas, también son más propensas a la celotipia. Los que presenciaron escenas de celos en sus padres cuando eran muy chicos o aquellas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban, tienen mayor predisposición a ser celosos. En personas con problemas relacionados con el alcohol, la presencia de delirio celotípico es muy común. Las dudas y sospechas patológicas con respecto a la fidelidad de la pareja son utilizadas como excusas para explicar la dependencia al alcohol. Autor:Eréndira Luna. T.C. |