Gertrude Ederle Ederle (1905-2003) fue la primera mujer en nadar a través del Canal de la Mancha, allá por el año de 1926. El mar de aquel 6 de agosto marcaba bandera roja, por lo que las fuertes corrientes y la lluvia la alejaron del curso establecido, en torno a los 32 kilómetros, viéndose forzada a cubrir 56 kilómetros para tocar la costa inglesa. Su desempeño y logros le valieron el apodo de la "Reina de las olas" por parte de la prensa. Unas mil personas aguardaban a Ederle en la playa de Kingsdom, al sur de Inglaterra, pero el genuino homenaje se celebró en su ciudad natal, Nueva York. Una muchedumbre en torno a los dos millones inundó las calles de Manhattan y el alcalde llegó a comparar la hazaña de la joven con el milagro de Moisés al separar las aguas del mar Rojo. El entonces presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, invitó a Ederle a la Casa Blanca para honrarla como "la mejor chica americana". Aloha Wanderwell En 1922, a los 16 años, apareció un anuncio en la edición Riviera del Paris Herald, en el que buscaban mujeres jóvenes e inquietas para hacer una expedición. Fue en 1922 cuando Idris contestó el anuncio en el Paris Herald, mientras el equipo de Nell recorría Estados Unidos y Walter Europa en un Ford Modelo T personalizado. Éste último necesitaba urgentemente un nuevo miembro en su equipo que hablase francés con fluidez. De esta forma Walter conoce a la joven y carismática Idris, a la que bautizará como "Aloha Wanderwell". Su hazaña en la que comenzó a trabajar cuando tenía 16 años, la convirtió en "La chica más viajera del mundo".Llevó a sus hijos en sus trayectos y después de que su primer marido falleciera en ellos, la acompañó su segundo marido. Manejó más de 500,000 millas (804,672 kms) y visitó 80 países en seis continentes. Aloha se consagró una larga y distinguida carrera como exploradora, documentalista y conferenciante. Esto es un hito en un pasado cercano, cuando las mujeres quedaban relegadas a la vida del hogar. Fallece en 1996. Marie Marvingt En 1915, Marvingt (1875-1963) se convirtió en la primera mujer en volar en misiones de combate cuando decidió convertirse en piloto de bombarderos durante la Primera Guerra Mundial. Se le concedió la Cruz Militar debido a al bombardeo que realizó de una base militar alemana. Tuvo una vida longeva en la que nunca dejó de ponerse retos y trabajar por mejorar las condiciones sanitarias en el frente de la guerra. Fue periodista en Marruecos y tuvo un papel importante en la creación de un sistema sanitario aéreo. También fue la primera mujer en escalar muchas de las cimas de los Alpes franceses y suizos. Definitivamente Marvingt fue una mujer con una vida excepcional que, a pesar de ser toda una heroína en Francia, su nombre no es muy conocido lejos de sus fronteras. Harriet Quimby En los pocos años que vivió, Quimby (1875-1912) logró cambiar el escenario para las mujeres en la aviación. Se convirtió en la primera mujer en obtener una licencia de piloto en los EE.UU. en 1912 y también fue la primera en volar a través del Canal de la Mancha pilotando un Blériot-Eindecker equipada con un reloj, una brújula que apenas sabía manejar y una bolsa de agua caliente, en un vuelo de apenas una hora sin incidencias. Incursionó brevemente en Hollywood al escribir siete guiones e interpretar un papel menor en uno de ellos. Aunque sus hazañas no tuvieron en su momento la notoriedad que se merecían, afortunadamente el tiempo haría justicia y Harriet pasó a ocupar un merecido protagonismo en el elenco de la historia de la aviación. Raymonde de Laroche Fue una pionera aviadora francesa y la primera mujer que recibió una licencia de piloto de avión en 1910. En julio de 1910, De Laroche se encontraba participando en una exhibición aérea en Reims. Lamentablemente, el 8 de julio su avión se estrelló, lo que le produjo graves lesiones. Sin embargo, dos años más tarde ya se había recuperado y pudo volver a volar. El 26 de septiembre de 1912 volvió a lesionarse, a causa del accidente de coche en el que falleció Charles Voisin. El 25 de noviembre de 1913 ganó la Coupe Femina del Aéro-Club de France por un vuelo de larga distancia sin paradas de más de cuatro horas de duración. Durante la Primera Guerra Mundial, como volar era considerado demasiado peligroso para una mujer, sirvió como conductora militar, llevando a oficiales desde la retaguardia hasta el frente de batalla. En junio de 1919, Raymonde de Laroche consiguió dos récords de aviación femeninos, uno de altitud a 4.800 m y otro de distancia, de 323 km. Un mes después, el 18 de julio de 1919, De Laroche viajó al aeródromo de Le Crotoy, como parte de su plan para convertirse en la primera mujer en ser piloto de pruebas profesional. Copilotó un prototipo de aeronave, pero durante la maniobra de aterrizaje el avión entró en pérdida, por lo que chocó y murieron ambos ocupantes. Raymonde de Laroche tenía entonces 36 años de edad. Marie Curie Juliana Morell Protegida por la Condesa de Comté y huyendo del matrimonio que le preparaba su padre, entró en el convento dominico de San Práxedes de Aviñón como novicia. Hizo los votos finales el 20 de junio de 1610. A los tres años ya era priora, y lo fue otras dos veces más; en ese convento pasó el resto de su vida hasta su muerte en 1656 y allí está enterrada. Se convirtió en la primera mujer en recibir un título universitario (1608). Su título como Doctora en Leyes le ayudó a preparar una serie de escritos religiosos. Allanó el camino para que las mujeres recibieran educación y se destacaran. Fuentes: Autor:Eréndira Luna. T.C. |
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