Con el Tantra es posible tener una sexualidad plena y para lograrlo pide autocontrol; si se tiene llevará a un contacto más placentero, sensual, intenso y por supuesto, de larga duración. El Tantra propone postergar el coito y el orgasmo, el hombre tantrista debe aprende a esperar y a tomar el encuentro amoroso sin apresuramiento; para ello es vital controlar la respiración y concentrarse en la relajación corporal, ya que así puede efectuar movimientos ligeros, armónicos y con ritmo agradable. El tantra le da a conocer al hombre que orgasmo y eyaculación no son lo mismo, y que mediante prácticas determinadas se logra la capacidad de tener varios orgasmos sin perder la erección, pues una vez que la eyaculación ocurre el pene pierda rigidez. Uno de los ejercicios más usuales para lograr este objetivo esta enfocado en ejercitar los esfínteres y el músculo elevador del ano (pubococcígeo), responsables de la expulsión de semen. Para ello se requiere identificar estos tejidos, esto se logra al interrumpir la expulsión de orina unas 10 veces por ocasión, durante una semana. Los músculos que se contraen para lograrlo son precisamente los que hay que tonificar. Una vez que se ha reconocido esta zona, puede contraerse y relajarse en cualquier posición y hasta alcanzar aproximadamente 300 contracciones al día. La eficacia de esta técnica es tan notable que suele recomendarse por especialistas para contrarrestar la eyaculación precoz. Fuentes: |
Ejercicios para prácticar el sexo tántrico |
Sexo tántrico, la magia amorosa
Sexología