Existe la posibilidad de una reacción alérgica, tal y como se observa en la mayoría de los medicamentos. El ozono es un oxidante muy potente, y es evidente que una oxidación incontrolada puede ser destructiva para el cuerpo. En manos expertas y prudentes los riesgos son escasos y, en general, leves. En cien años, ni una defunción ha sido atribuida a un tratamiento de ozono. Asimismo, el subproducto, es decir lo que queda después de realizada la aplicación, es beneficioso y se llama oxígeno. Las historias clínicas registran efectos colaterales que son saludables: -Aumento de la energía física: Nivel de energía, fuerza muscular, mayor tolerancia al ejercicio, flexibilidad. - Aumento de la capacidad intelectual: Concentración mental, memoria, actitud positiva, estabilidad emocional. -Mayor resistencia a las enfermedades comunes. Para mayor información sobre la terapia con ozono, consulte con un especialista en el tema. |
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La ozonoterapia, una alternativa para vivir mejor
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