En este regreso a clases se armó una gran polémica por la inclusión de temas de educación sexual en los libros de secundaria. A los estudiantes se les hablará ahora entre otros temas, sobre los métodos anticonceptivos y "sexo seguro". Quienes están a favor de este tipo de educación en las escuelas, aportan datos estadísticos donde muestran que estas enseñanzas, más que promover las relaciones sexuales, han ayudado a que los jovenes retracen su decisión de practicar sexo. Para los sexólogos, se trata de educación sexual basada en ciencia que debe transmitirse sin tabues ni prejuicios. Los defensores de la educación sexual advierten que este tipo de información ya es de "vida o muerte". Y no solo por el riesgo que significa el SIDA y las ETS. Hay que tomar en cuenta también los riesgos que corren las jovenes de 13 a 15 años que quedan embarazadas cuando su cuerpo no esta listo para ser mamá, o la muerte que puede producirse con los abortos, que ocurren incluso en los baños escolares. Los conservadores que están en contra de esta educación alegan que es inmoral y que se incita a los jovenes a masturbarse, a tener relaciones de cualquier forma, incluso homosexuales. Afirman que esta información debe transmitirse en el hogar de padres a hijos y no en la escuela. Y algunos clérigos claman que transmitir esta información, sin tomar en cuenta los valores, es negativo. Y yo, ¿Qué opino? Ambos puntos de vista tienen razón. Y al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios. La sociedad tiene una necesidad urgente de transmitir conocimientos que ayuden a evitar los embarazos no deseados de jovencitas. Hay que evitar matrimonios obligados que terminan en divorcios y abusos sobre la esposa e hijos. El conocimiento es poder........ Son los valores lo que nos dictarán que hacer con ese poder. Yo esperaría que los maestros agreguen educación de valores para complementar el tema. En mi caso particular, los mejores (y únicos) consejos sexuales los obtuve de mis maestros. Uno en sexto de primaria como introducción para ver el aparato reproductor femenino, y el otro en la preparatoria, donde se abordo ampliamente el tema. En ambos casos, los profesores pusieron lo mejor de ellos para transmitir no únicamente la "parte científica", sino el complemento de los valores y la responsabilidad que nuestra sexualidad tiene. ¿Y si los maestros no pudieran o no quisieran entrar en la parte ética y moral de la sexualidad? Pues como bien dicen, este tipo de educación se debe de dar en los hogares. Es obligación de los padres abordar y complementar el tema. La mezcla de los conocimientos cientificos, los valores y el impulso de la inteligencia emocional serán las semillas para cosechar mejores parejas, mejores padres, mejores ciudadanos. Y como anecdota me permito transmitir una frase del maestro de preparatoria, quien era padre jesuita. El padre Donovan señalaba: "Jóvenes, si piensan cometer una tonteria, no hagan dos. Si se lanzan a tener relaciones sexuales, usen anticonceptivos. Que sus actos los afecten sólo a ustedes. No provoquen un embarazo." Don Juan Zarlene |