Sabemos que la salud del bebé depende en gran medida del bienestar de la madre, por ello es muy importante que se cuide tomando en cuenta los siguientes aspectos: - Llevar un control médico: Es esencial seguir un correcto control prenatal y cumplir con las indicaciones que dé el médico. - Alimentación: Se recomienda llevar una dieta ordenada y variada que se componga de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescados y lácteos desnatados. Cuidar que la dieta contenga menos sal, alimentos procesados, azúcar, frituras, etc. - Comidas: Se recomienda hacer cinco o seis comidas ligeras al día para una mejor digestión y desde luego beber 2 litros de agua diarios. - Ingesta de Ácido Fólico: Un considerable aporte previo de Ácido Fólico el cual se puede encontrar en las verduras de hoja verde, germen de trigo, cereales integrales, ayuda a reducir el riesgo de malformaciones en el bebé. - Menos cafeína: El exceso de cafeína interviene en la absorción del calcio y aumenta el riesgo de aborto. - Evitar el alcohol y el tabaco: El alcohol daña la placenta y el tabaco aumenta el riesgo de parto prematuro y nacimientos de bebés con bajo peso. - Ejercicio moderado: Caminar y nadar es un buen ejercicio ya que ayudan a sobrellevar los cambios del embarazo en el organismo. - Usar ropa cómoda: Vestir prendas de fibras naturales que no opriman y ajustar la talla del brassier. - Cuidado con los animales ya que pueden transmitir enfermedades. - Control del estrés: Mantener una actitud positiva evita partos prematuros. Fuente: Revista Cuerpomente. Bienestar y Salud Natural. |
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Madre a los 40
Mujer, divina creación